La Casa

Trama
La Casa, estrenada en 2017, es una película dramática francesa escrita y dirigida por Fanny Aragon y Marc Fitoussi. La película cuenta la historia de Emma, una novelista francesa de 27 años interpretada por Isabelle Huppert, que se propone explorar el mundo de la prostitución en Berlín. Su intención es escribir un libro basado en sus experiencias, adoptando el estilo del periodismo gonzo, que implica sumergirse en el tema para obtener una comprensión más profunda del mismo. Emma decide unirse a un burdel, donde se somete a un exhaustivo proceso de selección que incluye controles médicos, evaluaciones psicológicas y una larga entrevista. Su motivo para hacerlo es multifacético: quiere acercarse al mundo que pretende retratar, pero sus verdaderas intenciones siguen siendo ambiguas. ¿Está realmente interesada en escribir una novela sobre la vida de las prostitutas, o está utilizando su escritura como fachada para dar rienda suelta a una fantasía? A medida que Emma se instala en su nueva vida, adopta el nombre de 'Alice' y conoce a las otras prostitutas, cada una con sus propias historias y motivaciones complejas. Está Nadja, una mujer rusa que lucha por sobrevivir; Naomi, una mujer marroquí atrapada en un ciclo de abuso; y Manisha, una mujer india obligada a prostituirse por su familia. A través de las interacciones de Emma con estas mujeres, la película profundiza en las duras realidades del comercio sexual, exponiendo las desigualdades sociales, la trata de personas y los demonios personales que impulsan a las personas a esta línea de trabajo. Finalmente, la escritura de Emma queda relegada a un segundo plano a medida que se sumerge cada vez más en la vida de su nueva 'familia'. Sus experiencias, que inicialmente pretendían durar solo unas semanas, se prolongan durante dos años, durante los cuales desarrolla relaciones íntimas con las mujeres y se involucra profundamente en sus luchas. Durante este tiempo, debe confrontar las partes de su propia personalidad que la llevaron a esta decisión. La razón principal de Emma para quedarse puede no ser únicamente escribir su libro; sus experiencias han despertado sus propios deseos e inseguridades. La cinematografía de la película es cruda e inquietante, capturando el sórdido submundo del burdel y la vida cotidiana de sus ocupantes. La cámara se detiene en las paredes grises y apagadas, los pasillos estrechos y el mobiliario sucio y desgastado, proporcionando un telón de fondo sombrío a las luchas de los personajes. A medida que se desarrolla la narrativa, el público se ve obligado a enfrentarse a los aspectos desagradables de la naturaleza humana, estableciendo paralelismos entre las experiencias de Emma y las realidades vividas por aquellos que la rodean. Con el paso de los dos años, la nueva vida de Emma empieza a pasarle factura. Sus relaciones con sus seres queridos en casa empiezan a desmoronarse y debe afrontar las consecuencias de su prolongada ausencia. La tensión se hace cada vez más evidente, manifestándose en su aspecto físico, su estado de ánimo y su estado emocional. Emma debe enfrentarse a la disonancia entre su ser interior y la persona que ha creado para sí misma en Berlín. A lo largo de la película, Isabelle Huppert ofrece una interpretación compleja y matizada de Emma. Su interpretación saca a la luz las contradicciones y ambigüedades de su personaje, aumentando la intriga sobre sus motivaciones. A medida que la narración avanza hacia su conclusión, la historia de Emma plantea más preguntas que respuestas. ¿Se ha transformado realmente con sus experiencias, o simplemente ha caído más profundamente en las fantasías que inicialmente pretendía exponer? En última instancia, La Casa presenta un comentario que invita a la reflexión sobre la vida de las personas atrapadas en el comercio sexual, arrojando luz sobre los factores sociales, económicos y personales que llevan a las mujeres a este punto. Es una exploración desgarradora de la mercantilización de los cuerpos humanos y las dificultades para liberarse de los confines de la industria del sexo. La película también plantea preguntas críticas sobre la propia agencia e intención de Emma: ¿escribir un libro sobre el comercio sexual se trata de buscar la verdad o de buscar permiso para dar rienda suelta a un aspecto más oscuro de su personalidad?
Reseñas
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