El Proyecto Hummingbird

El Proyecto Hummingbird, dirigida por Kim Nguyen, es una película canadiense de comedia dramática y robos de 2018. La historia gira en torno a dos operadores bursátiles de alta frecuencia brillantes pero poco ortodoxos, Brie (Jesse Eisenberg) y Vincent (Alexander Skarsgård), que tienen una idea extraordinaria para construir un plan de alto riesgo para beneficiarse de una tecnología de punta. Esta tecnología implica el uso de un novedoso cable de fibra óptica que va desde Kansas hasta Nueva Jersey, lo que permite que los datos viajen a velocidades hasta un 70% más rápidas que antes, lo que podría proporcionar una ventaja significativa en los mercados financieros. Después de separarse de su antiguo mentor, Evan (Michael Mando), Vincent y Brie deciden enfrentarse cara a cara en el mundo financiero. Su plan se basa en la explotación de la llegada anticipada de este nuevo cable de fibra óptica, que creen que perturbará los mercados y creará oportunidades lucrativas para los operadores de alta frecuencia. Imaginan una forma de evitar las rutas comerciales tradicionales y establecer su operación cerca de la fuente, obteniendo así la ventaja de ser los primeros en explotar la transmisión rápida de datos. Con su plan, pretenden amasar millones de dólares operando con estas discrepancias de fracciones de segundo. Vincent y Brie reclutan a un grupo de personas poco ortodoxas y brillantes, cada una con habilidades únicas para ayudarlos en su tarea de alta presión. Una de las contrataciones clave incluye a Marvin (Mark Rylance), un ingeniero genio. Se enfrentan a numerosos obstáculos en la ejecución de su plan, no solo porque la tecnología es de vanguardia, sino también porque deben navegar a través de redes complejas y lidiar con el riesgo de ser atrapados por las autoridades financieras y los competidores. A medida que avanzan con su plan, un tercer personaje importante entra en escena, un hombre con una extraña habilidad para comprender las complejidades de su estrategia. Esta enigmática figura, interpretada por Salma Hayek como Eva, añade complejidad a su misión y plantea interrogantes sobre la confianza, la lealtad y los límites morales que están dispuestos a cruzar en la búsqueda de su objetivo. Mientras tanto, su antiguo jefe, Evan, se entera de su plan y está ansioso por alcanzarlos. La competencia se intensifica a medida que todas las partes involucradas participan en un juego de alto riesgo. Vincent y Brie, junto con su equipo, se enfrentan a una inmensa presión mientras ejecutan su plan, mientras intentan evitar ser detectados. Sus acciones los llevan a través de varios distritos financieros tanto en los Estados Unidos como en Canadá. En la etapa final de la película, las tensiones llegan a un punto de ebullición a medida que sus adversarios hacen intentos cada vez más desesperados por frustrar su operación. En última instancia, Vincent y Brie se enfrentan a una elección: arriesgarlo todo y cosechar las recompensas de su plan de alto riesgo o dar un paso atrás y reevaluar las consecuencias de sus acciones. La película plantea interrogantes sobre la naturaleza de las operaciones de alta frecuencia, lo que genera preocupaciones sobre la imparcialidad, la integridad y el acceso en el mundo financiero. Al representar las acciones de personajes con un fuerte enfoque en el intelecto, la película arroja luz tanto sobre los beneficios como sobre las desventajas de la explotación de la última tecnología en un mercado global cada vez más impulsado por métodos comerciales avanzados.