Incidente en Ox-Bow

Trama
Incidente en Ox-Bow es una película de drama wéstern estadounidense de 1943 dirigida por William A. Wellman, protagonizada por Henry Fonda y Dana Andrews. La película está ambientada en 1885, en el pequeño pueblo de Bridger's Wells, Nevada, y gira en torno a un violento enfrentamiento entre una partida y un trío de hombres acusados de asesinato y robo de ganado. La historia comienza con el dueño de la tienda local, Art Crocker (interpretado por Henry Fonda), quien ha estado luchando para mantener su negocio frente a las dificultades económicas. Un día, se difunde la noticia de un violento ataque en el rancho Taylor, donde la familia del dueño, incluidas niñas pequeñas, es brutalmente asesinada. Los principales sospechosos detrás del crimen son un trío de extraños, Donald McCormick, Gil Carter y un misterioso mexicano, que habían sido vistos en la zona. Las tensiones aumentan cuando una multitud de ciudadanos indignados, liderada por el impulsivo y vengativo Donald Peabody (interpretado por Harry Morgan), exige medidas inmediatas contra los sospechosos. Los habitantes del pueblo están divididos sobre si entregar a los hombres a la ley y esperar el juicio o tomarse la justicia por su mano linchándolos. La situación llega a un punto crítico cuando la partida, que incluye a Art y algunos otros ciudadanos preocupados, tiene la tarea de someter a los sospechosos. Cuando la partida se dispone a aprehender al trío, se encuentran con una resistencia inicial. Sin embargo, después de un tenso enfrentamiento, McCormick, Carter y el mexicano se ven obligados a rendirse. El grupo luego regresa a Bridger's Wells, donde los habitantes del pueblo están cada vez más agitados y exigen que los sospechosos sean castigados por sus presuntos crímenes. El debate dentro de la partida se intensifica, con algunos miembros, incluido Art, abogando por un enfoque más medido y respeto por la ley, mientras que otros, como Peabody, presionan por un ajuste de cuentas rápido y brutal. La tensión aumenta a medida que la ira de la gente del pueblo alcanza un punto de ebullición. En el calor del momento, los tres sospechosos son llevados a un valle cercano conocido como Ox-Bow, donde se les dice que caven sus propias tumbas. Al caer la noche, el grupo decide dejar dormir a los hombres y promete ejecutarlos al amanecer. Sin embargo, la ejecución se retrasa debido a un desacuerdo entre los habitantes del pueblo, quienes se dan cuenta de que el trío puede ser inocente y que su juicio precipitado podría acarrear graves consecuencias. A medida que avanza el día, la partida comienza a darse cuenta de la gravedad de sus acciones y comienza a vacilar. Mientras tanto, un pequeño grupo de habitantes del pueblo, liderado por Art y Gil, trabaja en secreto para salvar a los hombres de su destino. Empiezan a interrogar a McCormick y Carter sobre el crimen, y aunque las coartadas de los hombres son endebles, todavía no hay pruebas concretas que los vinculen con la violencia. Al final, justo cuando la partida se prepara para llevar a cabo la ejecución, uno de los habitantes del pueblo señala un defecto en el caso contra los sospechosos: se vio a los hombres con una marca de ganado diferente, no la de la familia Taylor. La revelación envía al grupo al pánico y, en un giro dramático, no tienen más remedio que liberar al trío, dándose cuenta de que su suposición de que eran culpables del crimen podría haber sido un grave error. Incidente en Ox-Bow termina con una inquietante atmósfera de arrepentimiento y remordimiento mientras los habitantes del pueblo reflexionan sobre sus acciones precipitadas. La película plantea interrogantes sobre los peligros de la mentalidad de la turba, la importancia del debido proceso legal y las devastadoras consecuencias de la venganza desenfrenada. A través de su narrativa poderosa y estimulante, Incidente en Ox-Bow sirve como una clásica advertencia sobre los peligros del vigilantismo desenfrenado y el valor de defender el estado de derecho, incluso frente a la indignación y la presión pública.
Reseñas
Recomendaciones
