El Aguador

Bobby Boucher, interpretado por Adam Sandler, es un joven con una educación peculiar. Es hijo de un devoto entrenador católico, el entrenador Klein, que le ha inculcado la importancia de adherirse a un estilo de vida estricto y tradicional. Como resultado, la infancia de Bobby ha sido restrictiva y protegida, con su padre dictando casi todos los aspectos de su vida. Cuando Bobby se convierte en un adulto joven, se encuentra trabajando como aguador de los Mud Dogs de la South Central Louisiana State University, un equipo de fútbol americano en apuros. A pesar de su limitada participación en el juego, Bobby demuestra ser un miembro entusiasta y dedicado del equipo, a menudo haciendo todo lo posible para garantizar que los jugadores se mantengan hidratados durante los juegos y la práctica. Sin embargo, se hace evidente que Bobby tiene dificultades para conectar con su padre, quien constantemente lo presiona para que se ajuste a las normas masculinas tradicionales. Las expectativas del entrenador Klein son tan altas que Bobby se siente sofocado por ellas, lo que lleva a sentimientos de frustración e ira. Sin que lo sepan su padre y el resto del mundo, Bobby alberga una ira profunda y reprimida que se ha ido acumulando con los años. La llegada de un nuevo entrenador, el némesis del entrenador Klein, el entrenador Robert "Babs" Robinson, desencadena una cadena de eventos que alterará el curso de la vida de Bobby para siempre. La entrenadora Babs, interpretada por Kathy Bates, reconoce el potencial ilimitado de Bobby como jugador y lo ve como la solución a los problemas del equipo. A pesar de la vacilación inicial del entrenador Klein, la entrenadora Babs lo convence de que permita que Bobby participe en algo más que sus deberes como aguador. El primer partido de Bobby como jugador es un éxito instantáneo, ya que sus habilidades para placar y destrozar huesos rápidamente le ganaron la admiración de sus compañeros de equipo y la adoración de la multitud. Queda claro que la rabia de Bobby, cuando se desata, es virtualmente imparable. Su increíble desempeño en el campo, junto con su personalidad poco ortodoxa pero entrañable, lo transforma en una sensación de la noche a la mañana. A medida que avanza la temporada, la notoriedad de Bobby crece y se convierte en el favorito de los fanáticos. Sin embargo, su éxito también llama la atención de una hermosa y popular estudiante universitaria, Vicki Vallencourt, interpretada por Fairuza Balk. Vicki ve algo en Bobby más allá de su rudo exterior y se encarga de orientarlo y guiarlo. A través de su influencia, Bobby comienza a abrirse y a confrontar sus sentimientos sobre su pasado, su padre y su lugar en el mundo. A medida que los Mud Dogs de la South Central Louisiana State University se acercan a las eliminatorias, el papel de Bobby en el éxito del equipo se vuelve cada vez más crucial. El entrenador Klein, inicialmente vacilante en confiar en Bobby, finalmente acepta las habilidades de su hijo y le permite asumir una posición más prominente en el equipo. En el culminante juego final, los Mud Dogs se enfrentan a sus archirrivales, los oponentes intimidantes que adoran a Sam Kinison, los University of Louisiana-Monroe Indians. La tensión aumenta a medida que los dos equipos chocan en el campo, y las habilidades únicas de placaje de Bobby demuestran ser el factor decisivo en la victoria de los Mud Dogs por 29-0. Después del juego, Bobby finalmente encuentra la validación que ha estado buscando de su padre. El entrenador Klein, al presenciar el crecimiento y el éxito de Bobby, comienza a comprender que su hijo es más que un simple aguador: es una fuerza a tener en cuenta. La película concluye con Bobby, ahora un héroe de buena fe y un miembro célebre de los Mud Dogs de la South Central Louisiana State University, abrazando su nueva identidad y finalmente encontrando un sentido de aceptación y pertenencia.