El Teléfono Negro

Trama
El Teléfono Negro es una película de suspense y terror psicológico dirigida por Scott Derrickson, basada en el relato corto homónimo de Justin Jones. La película se desarrolla a finales de la década de 1970, una época definida por una mezcla única de inocencia y terror. Ambientada en Denver, Colorado, la historia gira en torno a Finney Blake, un chico de 13 años tímido e ingenioso, interpretado por Mason Thames. La vida de Finney da un vuelco cuando es secuestrado por el Arrebatador, un asesino en serie despiadado y astuto, interpretado por Ethan Hawke. El Arrebatador ha estado aterrorizando a la comunidad durante años, apuntando a niños y bicicletas de niños, con un modus operandi arraigado en un deseo retorcido de despojar a sus víctimas de su inocencia. Después de ser llevado a un sótano insonorizado, Finney se encuentra atrapado sin escapatoria. El entorno carece de pistas, y los únicos sonidos son el crujido de las viejas tuberías y el zumbido lejano de un viejo horno. Buscando desesperadamente esperanza, Finney intenta contactar con el mundo exterior gritando pidiendo ayuda. Sin embargo, el sótano insonorizado hace que sus gritos sean inútiles, y el aislamiento empieza a pasarle factura. Uno de los únicos compañeros de Finney en el sótano es un teléfono negro antiguo y desconectado, que cuelga de la pared como un adorno lúgubre. Inicialmente, el teléfono permanece en silencio, pero después de un episodio particularmente espantoso, empieza a sonar. Finney, intrigado y aterrorizado, responde hesitantemente al teléfono para encontrarse conectado a las voces de las anteriores víctimas del Arrebatador. Estas voces fantasmales guían a Finney, compartiendo sus propias historias aterradoras de la brutalidad del Arrebatador. Una niña llamada Lucy, que podría haber tenido la edad de Finney, da un paso adelante para tomar la iniciativa. Su presencia fantasmal se convierte en el latido del corazón de la supervivencia de Finney. Las historias de Lucy revelan a un asesino calculado que juega lentamente con sus víctimas antes de acabar finalmente con su sufrimiento. Estos relatos escalofriantes obligan a Finney a mantener la calma, a tomar decisiones racionales y, en última instancia, a planear su fuga. A lo largo de la historia, Finney aprende que el Arrebatador no tiene interés en mantener vivas a sus víctimas. Cada caso termina con circunstancias trágicas similares, lo que resulta en el miedo constante y roedor de Finney de convertirse en el próximo cadáver. Además, se desarrolla una peculiar camaradería entre Finney y los otros espíritus atrapados en el teléfono. Cada víctima ofrece a Finney pistas sobre su eventual fallecimiento, lo que les permite formar una psique colectiva. Lucy instruye a Finney sobre las reglas del Arrebatador, incluyendo un patrón predecible, casi predecible, que él sigue cada vez que secuestra a una nueva víctima. Hay un trasfondo inquietante de conocer el propio destino dentro de los pensamientos ansiosos de Finney. Finney ve que su eventual momento llega como inevitable, hasta que los esfuerzos colectivos de los espíritus encienden su espíritu resuelto. Juntos, empiezan a trazar una estrategia para escapar de su actual pesadilla viviente y evitar que el final de Finney alcance el brutal destino de los demás. El evento climático se desarrolla cuando Finney identifica un defecto menor en la estrategia del Arrebatador - específicamente, un defecto tenue pero distinguible en la configuración de su sótano que Finney puede aprovechar. Utilizando el conocimiento reunido de las voces de los espíritus y la perspicacia que obtiene al observar al Arrebatador, Finney es capaz de idear e implementar un plan para evadir la muerte. Tras el descubrimiento de la solución, el ingenio de Finney se dispara y un coraje poco ortodoxo le permite idear una fuga improbable. Usando nada más que los recursos disponibles para él, Finney intenta una audaz confrontación final con su captor. Con su nueva determinación, Finney se enfrenta al Arrebatador en un tenso y agotador enfrentamiento, uno que muestra un punto de inflexión en su personaje. Mostrando un valor inquebrantable, Finney exige una forma retorcida de justicia sobre el brutal asesino, marcando el comienzo de un sombrío final a la brutalidad de años manifiesta por el Arrebatador. Con la comprensión de la supervivencia a cuenta de estos fantasmas invisibles, Finney comparte su gratitud buscando retribución en el clímax traumático, evadiendo al mismo tiempo un mayor tormento.
Reseñas
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