Viva Erotica

Trama
En la película de 1996 "Viva Erotica", el aclamado director Sing Tien-tin ha tocado fondo tras el fracaso comercial de sus dos últimos proyectos. Considerado en su día un visionario en la industria cinematográfica de Hong Kong, Sing se encuentra ahora en una apuesta desesperada por revivir su carrera. Cuando un prominente productor le ofrece la oportunidad de dirigir una película sexual de Categoría III, Sing aprovecha la oportunidad, a pesar de que estas películas suelen ser consideradas vulgares y carentes de mérito artístico. La última tarea de Sing se titula "A Kid", una película de sexo-explotación que promete tocar todos los temas correctos. Cuando empieza a hacer una lluvia de ideas sobre el proyecto, se enamora de su protagonista, Vivian Pak, una bella y talentosa actriz que tiene fama de ser ferozmente independiente y poco dispuesta a comprometer su integridad artística. Sin embargo, Sing pronto descubre que Vivian tiene una condición importante antes de aceptar protagonizar la película: se niega a realizar cualquier escena de desnudo. Para una película sexual de Categoría III, esto plantea un problema importante, ya que las escenas de desnudo suelen ser la pieza central de dichas producciones. Sin ellas, la película probablemente perdería su atractivo y no lograría atraer al público que anhelan los productores. Para complicar aún más las cosas, los productores de la película tienen vínculos con la Tríada local, un poderoso sindicato del crimen que tiene una influencia significativa sobre la industria cinematográfica de Hong Kong. La Tríada exige que la película se ajuste a ciertas normas morales e incluya un cierto número de escenas de desnudos explícitos para justificar su calificación de Categoría III. Esto coloca a Sing en una posición difícil, ya que se debate entre complacer a la Tríada y adherirse a su propia visión artística, así como honrar el compromiso de Vivian de no hacer escenas de desnudos. Mientras tanto, la vida personal de Sing empieza a desmoronarse. Su novia, Lisa, se está volviendo cada vez más distante, sintiéndose asfixiada por la presión que Sing está ejerciendo sobre ella para que haga frente al estrés de su película. A medida que Sing se adentra cada vez más en el mundo de las películas de Categoría III, sus relaciones con quienes lo rodean se ponen a prueba. Uno de los personajes principales, Joe, es un actor secundario en la propia película que lucha en su propia relación debido a la desaprobación de la novia de Joe por el trabajo de Joe como actor en películas tan explícitas. Lucha constantemente con las implicaciones morales y sociales asociadas al contenido explícito de la película y la influencia que ejerce sobre él. A lo largo de la película, Sing debe navegar por las traicioneras aguas de la industria del sexo de Hong Kong, mientras intenta mantener intactas sus relaciones personales y su visión creativa. ¿Conseguirá producir una película que satisfaga sus ambiciones artísticas y a sus patrocinadores, o lo sacrificará todo para satisfacer las demandas de sus productores y las exigencias de su propio ego? La película se convierte en última instancia en una mordaz crítica del mercantilismo y la explotación que impregnan la industria cinematográfica de Hong Kong. El director Derek Yee maneja la exploración de la industria del sexo de Hong Kong por parte de la película con sensibilidad y matices, negándose a sensacionalizar o romantizar sus elementos más desagradables. A través de la historia de Sing, la película ofrece una mordaz acusación de las formas en que el compromiso artístico puede utilizarse como un medio para mantener el poder creativo de uno, incluso cuando socava la propia integridad. Al final, "Viva Erotica" es una película que desafía la categorización fácil. ¿Es una comedia romántica, una película de sexo-explotación o un drama serio sobre las pruebas y tribulaciones de los artistas de Hong Kong? La respuesta es un rotundo "sí", ya que la película combina sin esfuerzo elementos de los tres géneros para crear una narrativa visualmente impresionante e intelectualmente estimulante. A medida que la película avanza hacia su conclusión, Sing se encuentra en una encrucijada, obligado a afrontar las consecuencias de sus decisiones y el verdadero coste de sus ambiciones artísticas. ¿Estará a la altura de las circunstancias y producirá una película que consolide su lugar en los anales del cine de Hong Kong, o fallará y será presa de las mismas presiones comerciales que han definido su carrera hasta este momento? La respuesta, al igual que la propia película, es compleja y multifacética, llena de las mismas contradicciones y paradojas que durante mucho tiempo han hecho que el arte de hacer cine sea tan tentadoramente difícil de definir.
Reseñas
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