Si la cosa funciona

Trama
Boris Yellnikoff, un autoproclamado misántropo con predilección por el nihilismo, vive en un lujoso apartamento en la ciudad de Nueva York. Su cinismo y negatividad sirven como mecanismo de defensa contra las presiones y expectativas sociales del mundo que lo rodea. Mientras navega por su vida mundana, Boris se ve interrumpido abruptamente por la llegada de Melody St. Ann Celeste Gallagher, una joven de espíritu libre e impresionable proveniente del sur rural. Melody, huyendo de un matrimonio insatisfactorio con Lon Hammond, un académico pomposo y arrogante, escapa a la ciudad de Nueva York en busca de un nuevo comienzo. Melody, una persona idealista y confiada, se topa con el apartamento de Boris y busca refugio de su pasado problemático. Inicialmente, Boris se muestra reacio a acoger a Melody, pero finalmente se encariña con ella debido a su encantadora inocencia y vulnerabilidad. La peculiar relación entre Boris y Melody comienza a florecer, pero su vínculo se pone a prueba cuando Lon, decidido a reclamar a Melody, llega a Nueva York, junto con sus padres, Teefa y John. A medida que Lon se vuelve más y más agresivo en su búsqueda de Melody, Boris se siente amenazado e intenta hacerse valer como protector de Melody. Esto, combinado con la llegada de los padres de Melody, crea una compleja red de romance y relaciones. Los padres puritanos y conservadores se sorprenden por la cultura y las costumbres desconocidas de la ciudad de Nueva York, mientras lidian con sus complicados sentimientos hacia Boris y su estilo de vida poco ortodoxo. Mientras tanto, florece un romance entre Boris y Viveca, una mujer sofisticada y culta. Viveca, a diferencia de los académicos pretenciosos que rodean a Melody, aprecia la individualidad cruda y la autenticidad de Boris. Sin embargo, su fina sensibilidad también choca con las tendencias misantrópicas de Boris, lo que lleva a una exploración conmovedora y profunda de la condición humana. A lo largo de la película, Woody Allen entrelaza magistralmente temas de amor, pérdida y autodescubrimiento. Cada personaje, ya sea Boris, Melody o incluso el excéntrico y exasperado elenco secundario, es un reflejo del ingenio y la perspicacia característicos de Allen. A medida que se desarrolla la historia, vemos que encontrar el amor es, de hecho, una cuestión de suerte, azar y apreciar el valor de "si la cosa funciona". Al final, las relaciones entre Boris, Melody, Viveca y el elenco secundario llegan a una conclusión conmovedora. Boris, una vez el epítome de la misantropía, descubre la belleza de la conexión humana y el amor. Melody, después de haber perdido su ingenua inocencia, aprende a apreciar las complejidades e incertidumbres de la vida. La película concluye con una nota de esperanza y renovación, lo que sugiere que incluso en medio del caos y la incertidumbre, siempre vale la pena abrazar "si la cosa funciona".
Reseñas
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