Éxodo: Dioses y Reyes

Trama
En la película Éxodo: Dioses y Reyes, dirigida por Ridley Scott, la antigua narrativa del éxodo de los hebreos de Egipto se reimagina como un espectáculo épico. La historia se cuenta a través de la lente de Moisés (Christian Bale), un antiguo príncipe hebreo que fue criado por una princesa egipcia, Bithiah (Sophie Howard). El padre adoptivo de Moisés, el esposo de Bithiah, el faraón Seti (Joel Edgerton), es un gobernante grande y poderoso de Egipto, amado por su pueblo. Sin embargo, la vida de Moisés cambia para siempre cuando es testigo del trato brutal de un grupo de esclavos hebreos por parte de un supervisor egipcio. En un momento de furia primaria, Moisés mata al supervisor, sin saber que sus acciones han sido observadas por Ramsés (Aaron Paul), el hijo del faraón Seti. Ramsés, impulsado por la rabia y la ambición, ve las acciones de Moisés como una traición y se propone castigarlo. Temiendo por su vida, Moisés se ve obligado a huir de Egipto, donde se embarca en un peligroso viaje por el desierto. Es allí donde se encuentra con su futura esposa, Tzipora (María Valverde), la hija de un sacerdote madianita llamado Jetro (Ben Mendelsohn). Tzipora es la hermana de un grupo de sobrinos inadaptados que también se convierten en protectores de Moisés. Moisés y Tzipora forman un vínculo profundo, y Moisés finalmente se instala en el desierto, viviendo una vida relativamente pacífica con su nueva familia. Mientras tanto, de vuelta en Egipto, el faraón Seti ha enfermado y pronto muere. Ramsés, ahora faraón, se enfrenta a la desalentadora tarea de mantener el poder y el legado de su padre. Está decidido a asegurarse de que Moisés nunca regrese a Egipto y siga siendo una amenaza perpetua para su gobierno. La vida de tranquilidad de Moisés en el desierto se ve interrumpida cuando se encuentra con una zarza ardiente, que sobrevive milagrosamente a pesar de estar envuelta en llamas. Es allí donde se le acerca Dios, o más bien, la voz de Dios, quien le ordena regresar a Egipto y exigir que el faraón libere a los esclavos hebreos. Al principio, Moisés duda y no está dispuesto a aceptar esta tarea imposible, citando su falta de autoridad y su temor a la ira de Ramsés. Sin embargo, Dios reitera sus demandas, insistiendo en que Moisés debe conducir a los hebreos fuera de Egipto, primero a través del poder de su propia voz, luego con la ayuda de los milagros que lo acompañarían. Mientras Moisés se embarca a regañadientes en su misión divina, comienza a confrontar el trauma de su pasado, incluido el asesinato del supervisor y la culpa que lo ha atormentado durante tanto tiempo. También debe reconciliar su herencia hebrea con la educación egipcia que lo ha convertido en la persona que es hoy. Una vez que regresa a Egipto, Moisés se enfrenta a una inmensa resistencia por parte de Ramsés, quien lo ve como una amenaza constante para su autoridad. El faraón, convencido de su propia divinidad, no está dispuesto a rendirse a las demandas de Moisés y solo se detendrá ante el uso de toda forma de castigo draconiano para someter a los hebreos. Moisés, impulsado por la autoridad divina que se le ha dado, elige rendirse a la voluntad de Dios, incluso frente a probabilidades imposibles. En el transcurso de las siguientes 10 plagas, Dios desata una serie de calamidades sobrenaturales sobre Egipto, cada una aumentando en severidad y horror. A pesar de las devastadoras consecuencias de estas plagas, Ramsés permanece desafiante, negándose a someterse a las demandas de Moisés. La plaga final, en la que los hijos primogénitos de cada familia egipcia son abatidos por el ángel de la muerte, proporciona el ímpetu para que Moisés y los hebreos hagan su fatídica huida. La migración masiva de 400,000 esclavos hebreos, que se había estado construyendo durante meses, se convierte en realidad en la primera noche de la Pascua. Bajo la luz de las estrellas, con la guía de Moisés y la sombra de la muerte que se cierne sobre ellos, los hebreos hacen su peligrosa salida de Egipto, en ruta a un viaje fatídico que los llevará al pie del Monte Sinaí y la fatídica revelación de los Diez Mandamientos de Dios. En Éxodo: Dioses y Reyes, la hazaña aparentemente imposible de escapar de uno de los imperios más grandes del mundo antiguo recibe un toque humano, gracias en gran parte a la representación reflexiva y vulnerable de Christian Bale de Moisés como un líder complejo desgarrado por identidades conflictivas, deseos y la voz insistente de su fe.
Reseñas
Leah
Three and a half stars... The plot felt a bit jumpy. Why does Bale always play such tormented, deeply burdened characters...? (I still prefer the Prince of Egypt animated movie, to be honest.lol)
Kaia
It's hard to say definitively. Delving into biblical epics is always a risky endeavor. Christian Bale delivers a fantastic performance. It manages to portray the divine without resorting to caricature. I suspect it won't be released in China. I wonder if there will be a Director's Cut...?
Daniel
Finally felt how powerful Jewish people are in Hollywood. The special effects are a total nightmare for trypophobes! And this little imp named Jehovah really steals the show...
Madison
He really did take a very serious, by-the-book approach to filming this story.
Lacey
Lacking the entertainment of "Gladiator," the intellectual depth of "Kingdom of Heaven," and the convincing characters of "Robin Hood," this film is merely a mediocre and awkward effort for Ridley Scott. While somewhat overly polished, it's undeniable that the viewing experience isn't bad. Ultimately, the veteran director has earnestly crafted a serious mythological epic, and there's no need to be excessively critical. Movies like this are becoming increasingly rare.
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