Hermanos por pelotas

Hermanos por pelotas, una película de comedia dramática estadounidense de 2017 dirigida por Lawrence Sher, cuenta la historia de dos hermanos gemelos fraternos, Bradley (Owen Wilson) y Kyle (Ed Helms), que se embarcan en un viaje de autodescubrimiento y reconciliación en busca de su padre. La película comienza con una serie de flashbacks humorísticos que representan la infancia de los gemelos, donde su madre, Ginny (Sarah Goldberg), les contaba historias sobre su padre, Nathan Cooper (interpretado por un joven J.K. Simmons), quien supuestamente murió antes de que ellos nacieran. Sin embargo, cuando los gemelos crecen y comienzan a cuestionar las historias de su madre, Ginny inadvertidamente deja escapar que Nathan está realmente vivo. Bradley y Kyle se ven envueltos en una mezcla de emociones: confusión, ira y un profundo deseo de conocer a su padre biológico. Cuando los gemelos deciden tomar el asunto en sus propias manos, comienzan a buscar a Nathan, a quien creen que es un hombre de gran distinción y prestigio. Al emprender su viaje, Bradley y Kyle conocen a varios personajes excéntricos, que les hacen creer que Nathan está muerto, es un convicto o, en general, una persona antipática. Los gemelos se encuentran con una variedad de personas, cada una con sus propias historias sobre Nathan, que en última instancia conducen a más preguntas que respuestas. Los hermanos comienzan a chocar a medida que sus diferentes perspectivas sobre la identidad de su padre crean tensión entre ellos. Al llegar a la supuesta última dirección conocida de Nathan, los gemelos se encuentran con una sorpresa: un apartamento descuidado y en ruinas, donde conocen al hermano de Nathan, Frank (interpretado por un carismático J.K. Simmons). Frank es un individuo encantador, aunque no poco honorable, que afirma ser el hermano de Nathan. Sin embargo, los motivos de Frank para su participación están lejos de ser puros, y demuestra ser un aliado cuestionable en la búsqueda de la verdad por parte de los gemelos. A medida que Bradley y Kyle profundizan en la vida de su padre, se encuentran con varios personajes que conocieron a Nathan, incluido un amigo de la escuela secundaria (Ving Rhames) y un antiguo socio comercial (Andy Buckley). Cada uno de estos personajes ofrece una perspectiva única sobre el carácter de Nathan, revelando a un individuo defectuoso pero en última instancia adorable. Uno de los aspectos más conmovedores de la película es el viaje emocional de los hermanos a medida que aceptan la falibilidad de su padre. A medida que aprenden más sobre los defectos y errores del pasado de Nathan, Bradley y Kyle lentamente comienzan a comprender las complejidades del carácter de su padre. Luchan con sentimientos de decepción, ira y dolor, pero también desarrollan un sentido más profundo de empatía y compasión. A lo largo de su aventura, los gemelos se enfrentan a numerosos contratiempos, que a menudo conducen a malentendidos y percances cómicos. A pesar de estas desventuras, los hermanos aprenden valiosas lecciones sobre la familia, la identidad y la importancia de buscar la verdad, sin importar cuán dolorosa sea. En última instancia, Bradley y Kyle se reencuentran con Nathan, quien, aunque defectuoso, se muestra como un individuo vulnerable y cariñoso. A medida que se desarrolla la historia, se vuelve claro que Ginny, su madre, también es un personaje multifacético, que lidia con secretos propios. A través de sus interacciones con los gemelos, vemos un lado más compasivo y cercano de Ginny, que ayuda a redimirla como una madre cariñosa y bien intencionada. Hermanos por pelotas es una exploración conmovedora y humorística de la dinámica familiar, la identidad y las complejidades de la experiencia humana. Con un elenco talentoso, que incluye a Owen Wilson, Ed Helms y J.K. Simmons, la película explora sus temas con sensibilidad, corazón e ingenio, lo que la convierte en una película atractiva para cualquiera que busque una película significativa y entretenida. A medida que pasan los créditos, los espectadores se quedan con una comprensión más profunda de la importancia de las relaciones y el poder de la familia para moldear nuestras identidades.