Solo para sus ojos

Trama
Solo para sus ojos es la duodécima película de la serie de James Bond, estrenada en 1981, dirigida por John Glen y protagonizada por Roger Moore como el icónico espía. La película tiene lugar después de los eventos de La espía que me amó y es una película de Bond más personal, que se centra en la profundidad emocional de su personaje principal. La historia comienza con la desaparición de la hermana de James Bond, la señorita Monique Bond, y su guardaespaldas, Milos Columbo, quienes están trabajando en un barco espía británico en el Mediterráneo. Mientras investiga, Bond pronto descubre que el barco se ha hundido y que falta un dispositivo de encriptación de alta tecnología llamado 'Baliza no direccional de corto alcance'. Este dispositivo contiene instrucciones cruciales de lanzamiento para los misiles británicos, lo que lo convierte en una posesión muy preciada para los soviéticos enemigos. La sección Q informa a Bond que el dispositivo podría recuperarse antes de que los soviéticos lo obtengan. Se le ordena a Bond que encuentre y recupere el dispositivo, que cree que será la clave para prevenir una catástrofe. Su misión lo lleva a Grecia, donde se une a la condesa Lisl von Schlaf, también conocida como 'Lis', una mujer rica y misteriosa que afirma tener conexiones con la isla de Creta. Al llegar a Atenas, Bond descubre que un grupo de terroristas griegos, conocidos como los secuaces de Emilio Largo, también están tras el dispositivo. Este grupo está liderado por el astuto Emilio Largo, un mercenarioNotorio y hermano de Lisl. A medida que Bond profundiza en el misterio, descubre una trama que involucra una base insular oculta, cuyo nombre en clave es 'Liparus', desde donde Largo está operando su nefasto negocio. Al llegar a Liparus, Bond se encuentra con los secuaces de Largo y se ve obligado a luchar a través del complejo sistema de túneles y cavernas de la isla. Conoce a Anya Amasova, una espía rusa, que también está buscando el dispositivo. Los dos eventualmente se convierten en aliados, pero su encuentro inicial es tenso y competitivo, lo que refleja su rivalidad profesional. Mientras navegan por la isla, Bond y Anya reciben la ayuda de un buzo local, Aris Kristatos, quien resulta ser un agente doble que trabaja con los británicos. Kristatos los guía a través de los complejos túneles y cabildea en su nombre ante Largo, mientras intenta mantenerse un paso por delante de su doble vida. Sin embargo, Largo finalmente descubre que Anya y Bond están trabajando juntos en secreto, lo que provoca una confrontación que resulta en que Bond sea hecho prisionero en la isla. Mientras tanto, de vuelta en Atenas, Q está trabajando con el contacto de Anya, el general Gogol, para descifrar la contraseña del dispositivo de encriptación. Finalmente descubren que la contraseña es el nombre real de Largo, que Anya proporciona, ya que logró deducirlo antes. Con la contraseña, Q puede rastrear el dispositivo y localizarlo en la isla Liparus. Bond finalmente escapa de la isla y se une a Anya y Aris para enfrentarse a Largo y recuperar el dispositivo. Mientras se infiltran en la operación de Largo, se encuentran con traición y engaño, pero su trabajo en equipo e ingenio les ayudan a mantenerse por delante de los secuaces. Su viaje los lleva a la sala de control de la isla, donde entablan una intensa pelea contra los hombres de Largo y, en última instancia, contra el propio Emilio Largo. La tensión entre Bond y Largo alcanza un punto de ebullición, cuando los dos entablan una emocionante batalla submarina. Al final, Bond sale victorioso y Largo muere en el proceso. A medida que se desarrolla la historia, Bond también profundiza en su pasado, reflexionando sobre su relación con su hermana y sus complicadas emociones con respecto a su muerte. La película se toma un momento para detenerse y permitir que la vulnerabilidad emocional de Bond brille, una clara desviación del tono alegre habitual de la serie James Bond. La película concluye con Bond regresando a Inglaterra, donde se encuentra con Anya, ahora revelada como una aliada desde el principio. La relación entre Bond y Anya sigue siendo ambigua, dejándola a la interpretación de la audiencia, lo que refleja los propios sentimientos de Bond sobre el asunto. La película, en última instancia, muestra a Bond completando con éxito su misión y recuperando el dispositivo, mientras que las secuelas emocionales de su viaje continúan jugando un papel vital en la configuración de su personaje.
Reseñas
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