¡Cariño, he agrandado al niño!

¡Cariño, he agrandado al niño!

Trama

En la película de comedia familiar de 1992, "¡Cariño, he agrandado al niño!", Wayne Szalinski, el excéntrico y bienintencionado inventor de la película anterior, está de vuelta con una nueva creación. Esta vez, en lugar de encoger objetos con su fiel máquina de encogimiento, se propone construir un dispositivo que pueda hacer crecer las cosas a proporciones enormes. El último invento de Wayne es un aparato masivo y complejo que ha bautizado como el "Crecimiento-O-Matic". Su esposa, Diane, se muestra escéptica ante su último proyecto, pero Wayne no se deja intimidar, convencido de que será un gran éxito y le granjeará el reconocimiento que se merece. A pesar de sus buenas intenciones, la máquina de Wayne no es del todo precisa, y no tarda en darse cuenta de que algo va mal. A pesar de las reservas de su esposa, Wayne decide invitar a su sobrino, Nick, y a su hijo pequeño, Adam, a ver su nuevo invento en acción. Nick duda un poco, pero Wayne insiste, diciendo que sólo quiere mostrar a Adam la emoción de la ciencia y la tecnología. Tan pronto como llegan al laboratorio de Wayne, el Crecimiento-O-Matic es sometido a una serie de pruebas, con resultados mixtos. Parece que está funcionando, pero no exactamente como estaba previsto. Adam, con su curiosidad innata, se acerca al dispositivo, acompañado de su conejo de peluche favorito, el Sr. Bonkers. Cuando Adam extiende la mano para tocar la máquina, ésta de repente se enciende y un brillante destello de luz los envuelve a ambos. Cuando la luz se desvanece, Adam y el Sr. Bonkers no se ven por ninguna parte. Wayne los busca frenéticamente, pero no se da cuenta de que algo ha ido terriblemente mal hasta que oye los gritos agudos de Adam que provienen de la parte trasera del laboratorio. Para horror de todos los presentes, Wayne descubre que Adam y el Sr. Bonkers han crecido hasta alcanzar un tamaño enorme, empequeñeciendo todo el laboratorio. Los dos son enormes, con Adam ahora de pie a más de 15 metros de altura y el Sr. Bonkers más parecido a un rascacielos que a un tierno peluche. Con el tamaño masivo de Adam, surgen una serie de problemas. No sólo está causando el caos en el laboratorio, sino que también está empezando a causar estragos en la ciudad circundante. Los coches se vuelcan, los edificios se destruyen y el pánico se extiende. Wayne sabe que tiene que actuar con rapidez para invertir los efectos del Crecimiento-O-Matic y devolver a Adam a su tamaño normal. Mientras Wayne recorre la ciudad en busca de una forma de detener la destructiva furia de Adam, pide ayuda a su esposa, a su sobrino y a un equipo de científicos. Se les ocurren una serie de soluciones complejas, pero nada parece funcionar. Adam sigue creciendo y creciendo, volviéndose cada vez más destructivo con cada minuto que pasa. A pesar del caos que le rodea, Wayne sigue decidido a arreglar la situación. Sabe que él creó el problema y está decidido a encontrar una forma de solucionarlo. A medida que aumenta el peligro, la familia y los amigos de Wayne se unen a él, ayudándole a proponer soluciones y a elaborar un plan para rescatar a Adam y devolverlo a un tamaño manejable. Con el tiempo en contra, Wayne y su equipo idean una solución final. Utilizan el Crecimiento-O-Matic para crear un dispositivo que pueda reducir a Adam a su tamaño normal. Con la ayuda de Nick y de un valiente científico, Wayne consigue activar el dispositivo con éxito, y Adam empieza a encoger. Cuando el polvo se asienta, Adam vuelve a su tamaño normal, un poco conmocionado pero sin mayores consecuencias. La máquina de Wayne está destruida, pero se siente aliviado de que Adam esté a salvo. La película termina con Adam con un aspecto un poco traumatizado pero también aprendiendo una valiosa lección sobre la importancia de la precaución y de seguir las instrucciones. "¡Cariño, he agrandado al niño!" es una comedia familiar ligera que se burla de la idea de la experimentación científica que sale mal. Con su mezcla de humor slapstick, ingeniosos efectos especiales y momentos conmovedores, la película es un viaje divertido y entretenido para el público de todas las edades. A pesar de su tono desenfadado, la película también aborda algunos temas importantes, como los peligros de la ambición desenfrenada y la importancia de la familia y el trabajo en equipo. Al final, "¡Cariño, he agrandado al niño!" es una película divertida y atractiva que te mantendrá riendo y entretenido de principio a fin. Con su título pegadizo, sus personajes extravagantes y sus travesuras alocadas, es una película que seguro que deleitará al público de todas las edades. Perfecta para familias que buscan una comedia para ver juntos, ideal para una tarde de cine en casa.

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Reseñas