Pi

Trama
Pi, dirigida por Darren Aronofsky, es una representación cinematográfica del descenso a la locura de un joven, intrincadamente entrelazada con el concepto de probabilidad y el reino de las matemáticas. La película comienza presentándonos a Max Cohen (interpretado por Sean Gullette), un matemático y programador informático, que forma parte de un pequeño equipo que trabaja en la optimización del mercado de valores. La obsesión de Max por encontrar patrones y conexiones en los números lo lleva a buscar el código oculto del universo. Comienza a aplicar los principios de la teoría del caos y la probabilidad a su trabajo, buscando una correlación entre los patrones matemáticos y las fluctuaciones del mercado de valores. La búsqueda de conocimiento de Max lo consume, lo que lo lleva a trabajar incansablemente, dormir poco y aislarse del mundo. Su enfoque rígido y disciplinado de las matemáticas se apodera lentamente de su vida. A medida que Max se convence cada vez más de que existen patrones subyacentes que gobiernan el universo, comienza a aplicar estos principios a eventos del mundo real. Cree que al descifrar los patrones en los números, puede predecir con certeza el comportamiento de la bolsa de valores, la trayectoria de los fenómenos físicos e incluso los eventos personales. Su búsqueda de la verdad pronto lo lleva por un camino traicionero. Entra Sol (interpretado por Mark Margolis), un anciano matemático con una profunda comprensión de los aspectos místicos de las matemáticas. Sol presenta a Max el concepto de la secuencia Pi, que es un patrón de números interminable que se cree que es una clave para desbloquear los misterios del universo. Curiosamente, Sol revela que ha vivido con la secuencia durante más de 30 años y se ha dado cuenta de su inmensa importancia. Max se obsesiona con la secuencia y se convence de que, al calcular la sequence Pi con un grado increíble de precisión, puede acceder a la esencia de la realidad misma. Su búsqueda de esta teoría finalmente lo lleva a la Pequeña Italia de Nueva York, donde conoce a una hermosa numeróloga llamada Lenny (interpretada por Jennifer Esposito) que tiene una profunda comprensión del misticismo. Max se enamora de Lenny y su perspectiva del mundo, que complementa su visión de un universo determinista y predecible. A medida que la narrativa de la película alcanza un punto culminante, la fijación de Max en la secuencia lo lleva a la conclusión de que la existencia humana es, de hecho, una expresión de la secuencia Pi. Su teoría concluye que todo en el universo, desde las frecuencias de onda más cortas hasta los ciclos cósmicos más largos, encarna la estructura de la secuencia. En la mente deformada de Max, esta comprensión le otorga la capacidad de leer los signos del universo, proclamando la misma noción de que, con suficiente potencia de cálculo e identificación de patrones, la realidad puede ser conocida. Su convicción en su "teoría del todo" inevitablemente lleva a Max a cuestionar su propio destino. Se somete a una "muerte" simbólica y alucinatoria y posteriormente realiza un dramático ritual de limpieza, abrazando plenamente su universo recién interpretado. Las últimas palabras de Sol reflexionan sobre la probabilidad del destino y el impacto humano: "No hay futuro posible, no hay forma de predecir el futuro". El trágico descenso de Max Cohen a la locura destaca el inmenso poder de la abstracción del conocimiento y sugiere que la búsqueda intelectual desenfrenada a menudo puede resultar en una ruptura de la realidad, en la medida en que busca comprenderla y ordenarla.
Reseñas
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