La Última Casa a la Izquierda

Trama
En medio de un verano despreocupado, Mari Collingwood se encuentra dividida entre disfrutar de la libertad y la emoción que conlleva ser una adolescente y adherirse a las reglas establecidas por sus padres, que han alquilado una apartada casa en el lago para las vacaciones de su familia. La joven de 17 años, una estudiante diligente y atlética, finalmente decide abandonar sus planes nocturnos con su familia y, en cambio, elegir pasar tiempo con su amiga Paige en la ciudad. Sin que los padres de Mari lo sepan, esta decisión pondrá en marcha una cadena de eventos que alterará para siempre la vida de los involucrados. Mientras Mari y su amiga Paige pasan la noche deambulando por las calles, contemplando los vibrantes sonidos y paisajes de la ciudad, sin saberlo llaman la atención de un grupo de matones, liderados por el amenazante y depravado Krug. Krug y sus secuaces, incluidos Weasel y Sadie, son fugitivos a la fuga, después de haber cometido una serie de crímenes violentos. El grupo se obsesiona con Mari y su amiga, y, después de una serie de acontecimientos desafortunados, logran convencer a las dos adolescentes para que se unan a ellos para una noche de juerga en un concierto de rock local. En el concierto, Mari y Paige se encuentran atrapadas en un mar de juerguistas, incapaces de liberarse de las manos de los matones. Queda claro que Krug y su pandilla no tienen intención de simplemente hacerse amigos de las chicas; tienen un propósito siniestro en mente. A medida que avanza la noche, el grupo logra secuestrar a Mari y Paige, arrastrándolas lejos de la seguridad del concierto y de vuelta a su guarida, un escondite lúgubre y ruinoso en las afueras de la ciudad. A la mañana siguiente, los padres de Mari, John y Estelle, buscan frenéticamente a su hija desaparecida, recorriendo la ciudad e interrogando a las amigas de Mari. Sin embargo, sus peores temores se confirman cuando se topan con información que sugiere que Mari ha caído en las garras de una banda local. Sin que ellos lo sepan, los matones que están buscando no son otros que Krug, Weasel y sus secuaces, quienes ya han comenzado a llevar a cabo sus malvadas intenciones en Mari y Paige. De vuelta en la guarida, Mari y Paige son sometidas a una brutalidad inimaginable a manos de la pandilla. Las chicas son golpeadas, torturadas y humilladas, su inocencia y juventud brutalmente destrozadas por las acciones depravadas de los matones. A medida que avanzan las horas, queda claro que se les acaba el tiempo; las intenciones de la pandilla están lejos de ser benévolas, y el destino de las chicas pende precariamente de un hilo. Mientras tanto, los padres de Mari se desesperan cada vez más, y su búsqueda de su hija se convierte en una obsesión que lo consume todo. A medida que comienzan a reconstruir los eventos de la noche anterior, comienzan a sospechar que la desaparición de Mari está conectada con una pandilla local. Con el tiempo agotándose, los padres emprenden un viaje decidido y peligroso para rastrear a la pandilla, decididos a rescatar a su hija antes de que sea demasiado tarde. A medida que las apuestas alcanzan un punto de ebullición, los padres de Mari se encuentran cara a cara con las mismas personas responsables de la desaparición de su hija. En una confrontación espantosa y gráfica, los padres se ven obligados a enfrentarse a la depravación y la brutalidad de la pandilla de frente, con los destinos de Mari y Paige pendiendo precariamente de un hilo. El resultado de esta confrontación cambiará para siempre la vida de los involucrados, grabando para siempre una noche traumática e inolvidable en la psique colectiva de aquellos que viven para contarlo.
Reseñas
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