Pánico Nuclear

Trama
Pánico Nuclear es una película estadounidense de acción y suspense de 2002 dirigida por Philip Noyce, producida por Mace Neufeld y escrita por Matthew Carnahan, Christopher Markus y Stephen McFeely, basada en la novela homónima de 1991 de Tom Clancy. La película marca la primera aparición de Ben Affleck como John Carrick, alias "Jack Ryan", un personaje que se originó en la serie de libros de Clancy. La narrativa de la película gira en torno a la política internacional, los agentes secretos y la escalada de conflictos globales. La historia comienza con la muerte del presidente ruso, Borisakov, a quien sucede un político virtualmente desconocido, Anatoli Dmitrievich Korshunov. El ascenso de Korshunov desata intensas especulaciones y escepticismo entre los funcionarios de inteligencia estadounidenses, particularmente el director de la CIA de los Estados Unidos, Bill Cabot (Morgan Freeman). Buscando un análisis más joven del nuevo líder ruso, Cabot recluta a un joven analista talentoso, John "Clay" Moore (Chris Fulford) y luego, al analista de la CIA Jack Ryan. Presentado como un analista económico en la Oficina de Administración y Presupuesto del Departamento del Tesoro, Jack Ryan es relativamente inexperto, pero Cabot lo elige rápidamente por sus excelentes habilidades analíticas, a pesar de no estar familiarizado con el trabajo de campo o el contraespionaje. Inicialmente, la participación de Jack Ryan es periférica, ya que estudia la situación monitoreando el comportamiento de Korshunov desde lejos. Sin embargo, las cosas se intensifican aún más cuando un terrorista comete una atrocidad catastrófica en territorio estadounidense. El evento desencadena una cadena global de desconfianza entre los líderes mundiales, encendiendo tensiones latentes durante mucho tiempo e incitando al gobierno de los Estados Unidos a etiquetar rápidamente al perpetrador: Rusia. El vicepresidente estadounidense Bob Gardner (Ken Stott) convence al presidente de que prepare a su personal militar ante la posible posibilidad de atacar a Rusia en represalia. La retórica parece intensa, sin embargo, se produce una tensión paralela dentro de Washington. La discrepancia en los planes militares estadounidenses parece alarmantemente cercana a medida que se desarrollan más pistas de una segunda operación rusa. El presidente Iselin (Ken Stott) solo estaba dispuesto a atacar si veía un riesgo tan claro para las principales ciudades de EE. UU. que una elección se convirtiera en su opción militar. Este punto de vista militar de Estados Unidos se ve reforzado por lo que ve de figuras políticas de trastienda que siguen los eventos muy de cerca y su creciente temor se ve exacerbado por un elemento aparentemente conectado a Korshunov, lo que sugiere y revela cada vez más a Ryan que el liderazgo de Estados Unidos se encontraba en una situación de autoinflación pero potencialmente e irrevocablemente hiriente si las tensiones realmente se intensificaban entre los líderes internacionales. Eso podría ser la chispa de una guerra global catastrófica. La progresión no tiene una luz visible al final para toda Estados Unidos a menos que se desarrolle un plan interno. A través de sus observaciones, Ryan se da cuenta de un nivel de amenaza en la seguridad de Estados Unidos que consideró que probablemente sería completamente improbable, pero se basaron en sus motivos en que el plan giraba en torno a una sorpresa que nunca previó en ningún momento en general: los intereses estadounidenses amenazan con contrarrestar esta idea y terminar con sus reclamos solo más lejos después de que alguien lo llama como lo que sucedió en relación entonces como un analista por capacitación para llevar los hechos que obtuvieron: 'el pánico nuclear'.
Reseñas
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