Wall Street

Trama
Wall Street, estrenada en 1987, marca un capítulo icónico en la carrera del director Oliver Stone, quien hábilmente crea una historia que invita a la reflexión y que profundiza en el mundo despiadado de las finanzas de los años 80. El protagonista de la película, Bud Fox, interpretado por Charlie Sheen en su papel revelación, encarna la ambición insaciable que define el sueño americano. Bud es un joven corredor de bolsa que acaba de conseguir un trabajo en una destacada firma de inversión, pero alberga un ardiente deseo de riqueza, éxito y respeto. La obsesión de Bud por la cima de la escalera corporativa lo lleva a la puerta del despiadado y astuto Gordon Gekko, interpretado por Michael Douglas. Gekko, la encarnación de los excesos y la avaricia de Wall Street, toma a Bud bajo su protección, compartiendo sus secretos e impartiendo su sabiduría al ingenuo joven corredor. Sin embargo, a medida que Bud se afianza en el mundo de Gekko, comienza a adoptar las tácticas despiadadas de su mentor, incluyendo el uso de información privilegiada y la manipulación. Las primeras escenas de la película presentan los orígenes de clase trabajadora de Bud, donde comparte un apartamento con su hermano, Carl (Martin Sheen), en la ciudad de Nueva York. Estas escenas humanizan a Bud, haciendo que el público lo apoye a pesar de su comportamiento defectuoso y a veces repulsivo. A medida que la fortuna de Bud aumenta, también lo hace su ego, y comienza a distanciarse de aquellos que lo conocieron antes de su ascenso meteórico. Gekko, por otro lado, personifica el lado oscuro del capitalismo. Un maestro de los negocios, justifica sus acciones amorales como necesarias para alcanzar la grandeza. "La avaricia, a falta de una palabra mejor, es buena", dice en una de las líneas más infames de la película, encapsulando la ideología insidiosa que lo impulsa a infringir la ley y destruir a otros para salir adelante. Bud se involucra cada vez más en el esquema de Gekko, utilizando información privilegiada para operar en su nombre. Su asociación cosecha enormes beneficios, pero a un alto costo. A medida que ascienden en la escala corporativa, dejan destrucción a su paso, aplastando a los pequeños inversores y desmantelando empresas para su propio beneficio. La película pinta una imagen vívida del mundo corrupto y a menudo brutal de las finanzas de los años 80, donde empresas como Drexel Burnham Lambert y los bonos basura reinan supremamente. Mientras tanto, la vida amorosa de Bud se entrelaza con sus actividades profesionales. Comienza una aventura romántica con Karen Dillon (Daryl Hannah), una hermosa socialité e hija de Gekko. La relación añade otra capa a la psique de Bud, haciéndole confrontar las implicaciones morales de sus acciones. Sin embargo, su aventura con Karen sólo sirve para alimentar aún más su ambición, ya que la ve como un medio para ganarse el respeto y la admiración de Gekko y sus compañeros. La película alcanza su clímax durante un dramático enfrentamiento entre Bud y Gekko en la junta anual de accionistas de Teldar Paper, una empresa que representa el epítome de la codicia corporativa. En una tensa confrontación, Bud finalmente cuestiona los motivos de Gekko y la ética de su operación. Gekko, siempre pragmático, responde revelando que su objetivo final es acumular riqueza y poder, sin importar el costo para los demás. En un sorprendente giro de los acontecimientos, Bud finalmente decide exponer las fechorías de Gekko a la SEC. La película concluye con Bud, escarmentado y más sabio, dejando atrás su vida en Wall Street, mientras que Gekko es arrestado y puesto bajo custodia. La película termina con una nota de ambigüedad, mientras Bud regresa a su vida más sencilla, cuestionando si realmente ha aprendido de sus experiencias. El éxito de Wall Street puede atribuirse a su agudo comentario sobre la cultura corporativa de los años 80 y la arrogancia que definió la época. El reparto de la película ofrece interpretaciones sobresalientes, con Michael Douglas ofreciendo una interpretación icónica del despiadado Gordon Gekko. Charlie Sheen también brilla como el carismático pero problemático Bud Fox. En general, Wall Street es una película que invita a la reflexión y que sigue siendo una poderosa crítica de los excesos de las finanzas de los años 80 y de la influencia corruptora de la codicia en los individuos y las corporaciones por igual.
Reseñas
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