Año Uno

La película "Año Uno" es una comedia hilarante y visualmente impresionante dirigida por Harold Ramis, estrenada en 2009. Protagonizada por Jack Black y Michael Cera como dos holgazanes prehistóricos, la película sigue las desventuras de Zed y Oh mientras se embarcan en un viaje épico a través de las civilizaciones antiguas. La historia comienza con los primeros humanos viviendo en una aldea primitiva, donde nuestros protagonistas, Zed y Oh, pasan sus días descansando, cazando pequeños animales y engordando. Sin embargo, su despreocupada existencia se ve interrumpida cuando se les acusa de robar un mamut muy preciado del carnicero del pueblo. Los aldeanos, liderados por el némesis de Zed, un feroz guerrero llamado Abe, condenan a Zed y Oh al destierro. Así comienza su odisea, mientras los dos perezosos tropiezan por el desierto, enfrentándose a diversos retos y peligros que se les presentan. En este mundo antiguo, se encuentran con varias culturas y figuras históricas, como los babilonios, los egipcios y los fenicios. Cada nueva civilización trae consigo nuevos absurdos y malentendidos hilarantes, mientras Zed y Oh luchan por comprender las complejidades de la sociedad humana. A lo largo del camino, Zed y Oh conocen a un grupo de viajeros nómadas, incluyendo a un chamán sabio y excéntrico llamado Sumo Sacerdote (interpretado por Hank Azaria) y a una seductora y coqueta mujer sumeria llamada Eema (interpretada por Juno Temple). Esta tribu acoge a los dos holgazanes, enseñándoles a aprovechar sus habilidades y talentos únicos. Oh, en particular, descubre un talento oculto para la alfarería y demuestra ser un artesano bastante bueno. Sin embargo, la naturaleza impulsiva de Zed los mete en más problemas cuando se ven envueltos en una serie de desventuras, incluyendo una visita a la Torre de Babel, un encuentro con un grupo de sumerios borrachos y una confrontación con un faraón egipcio vengativo. A pesar de todo, los dos holgazanes mantienen sus bromas e ingeniosas réplicas, intercambiando insultos y chistes que proporcionan gran parte del alivio cómico. Uno de los aspectos más interesantes de "Año Uno" es su exploración de la historia y la cultura humana. La película está salpicada de referencias inteligentes a las civilizaciones antiguas, desde el Código de Hammurabi hasta las Pirámides de Giza. Estos guiños a la historia añaden profundidad y autenticidad a la película, fundamentando los absurdos y anacronismos que pueblan la narrativa. A lo largo de la película, la relación de Zed y Oh crece desde una asociación tentativa hasta una amistad más profunda y significativa. A medida que se enfrentan a diversos retos y superan innumerables obstáculos, aprenden a depender el uno del otro, utilizando sus habilidades únicas para sobrevivir y prosperar en un mundo hostil y desconocido. El clímax de la película presenta a los dos holgazanes enfrentándose a un grupo rival de nómadas, al faraón egipcio y a sus leales pero equivocados seguidores. En una serie de confrontaciones cada vez mayores, Zed y Oh utilizan su ingenio y astucia para superar a sus enemigos, regresando finalmente a su aldea como héroes. En última instancia, "Año Uno" es un viaje salvaje y alocado que combina el espíritu anárquico de "La Vida de Brian" de Monty Python con la irreverencia de "Los Caballeros de la Mesa Cuadrada y sus Locos Seguidores". Con su escritura inteligente, su impresionante diseño de producción y la química cómica entre Black y Cera, la película es un viaje hilarante y entretenido a través de las civilizaciones antiguas que dejará al público riendo y vitoreando.